También se le utiliza para eliminar los forúnculos en la piel, aliviar heridas leves y picaduras de sanguijuelas.
Para ayudar a disolver los cálculos renales y de vesícula y colaborar en la cicatrización de úlceras estomacales toma tres o cuatro tazas al día una semana. Su ingesta debe ser después de las comidas.
Las hojas del matico puestas sobre las heridas o llagas disminuyen y retienen los derrames sanguíneos y favorecen su cicatrización.