La margarita es una planta muy resistente que florece durante gran parte del año, desde la primavera hasta el invierno. Necesita mucha agua y la luz del sol, aunque también se adapta a vivir en áreas de sombra. No solo es atractiva y da un carácter poético al jardín, sino que también permite preparar infusiones y, además, sus hojas son comestibles: combinadas con diente de león e hinojo, dan como resultado una ensalada excelente.